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By Doreen Colondres
Su nombre es Labneh y su origen está en el Líbano. Lo aprendí a hacer de mi amiga libanesa Yasmina. La primera vez que me hospedé en su casa, me hizo prepararlo con ella para que tuviéramos queso fresco todas las mañanas de mi estadía. Hoy es un clásico en mi cocina y en todas las cocinas del que se convence a hacerlo. Es adictivo.
Lo que necesitas:- 32 oz. de Whole Milk Organic Greek Yogurt, orgánico preferiblemente (no puede ser fat free ni low fat)
- Sal a gusto
- Cheese cloth o varias hojas dobles de papel toalla
- En un envase profundo, agrega el yogurt, sal a gusto y mezcla bien usando una cuchara grande. Prueba mientras vas probando para te asegures que tiene suficiente sal.
- Sienta un colador en un envase profundo. En ese colador, pones una hoja doble o triple de cheese cloth o varias hojas de papel toalla, de manera que eches el yogurt, lo puedas arropar y crear como una bolsita que no se abra. Deja reposar por 8-10 horas durante la noche. Si tu cocina es fresca, déjalo fuera, sino llévalo a la nevera. Si tienes una bolsa de hacer queso, déjala colgando de alguna manija en la cocina para que suelte bien todo el suero. Mientras más drene, mejor consistencia tendrá.
- Al despertar, descarta el suero que soltó y sirve el queso en un plato. Ya está listo para saborear con pan y aceite de oliva. También le puedes agregar orégano, tomillo o una pizca de ajo. Acompáñalo con tomate, con salmón ahumado y limón o con aceitunas negras.
Consérvalo tapado en la nevera para que te dure varios días.